Opinión

Menos mal que somos de izquierdas

Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno.

Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno.

Empieza el año movido para la vicepresidenta Díaz. Palia el castigo de Podemos a su reforma del subsidio de desempleo con un acuerdo con los sindicatos para la subida del SMI. Resulta sorprendente que quienes dicen defender a los trabajadores se opongan a la reforma del subsidio dejando a los parados mayores de 52 a la espera de una nueva pirueta en el Congreso. Y todo, por castigar a su excompañera de aventuras políticas. Eso es sentido de Estado.

Aunque más atrayente es la manera de dialogar de la ministra de Trabajo. Si no quieres mi propuesta, toma más. Ni el 3% de la patronal, ni el 4% del Gobierno, mejor el 5% de los sindicatos. Por una vez la patronal recibe el trato que muchas veces da a sus trabajadores. Sin embargo, con probar el jarabe de palo, no se va a ningún lado.

Tampoco es defender a los trabajadores, pues al no haber indexación los que están realizando obras o trabajos para la Administración no verán dicha subida y tampoco el sector agrario verá bonificaciones. Puntos que pedía la patronal y que no se negaba a seguir "dialogando". Sin embargo, la señora Díaz quería resarcirse de alguna manera de la derrota en el Congreso. ¡Menos mal que somos muy y mucho dialogantes!

Parece que todos estamos de acuerdo en que se suba el salario mínimo, y que el objetivo es alcanzar el 60% del salario medio; aunque algunos sindicatos difieren, ELA quiere más, y LAB aboga por un SMI vasco. ¡Viva la fraternidad entre los obreros del mundo!

Desde mi perspectiva me parece que para alcanzar un objetivo hay que marcarse un plan, mejor consensuado y acordado por todos los afectados. No que cada año llegando diciembre, empiezan las prisas por cuantificar cual será la subida del SMI. Esto demuestra la improvisación del ejecutivo "progresista" y la falta de visión de los sindicatos. ¿Dónde quedaron las planificaciones de la izquierda?

Además de su faceta para el diálogo, el fuerte de la señora Díaz son sus conocimientos en derecho laboral. Sin embargo, parece desconocer que en España en las nóminas a parte del sueldo base, hay un gran número de complementos y pluses según los distintos convenios. Y muchas veces, las subidas del sueldo base se compensan con la reducción o desaparición de esos complementos. Al final el sueldo queda congelado.

Nuestros legisladores debieran saber estas artimañas y hacer leyes que eviten estas componendas. Aunque para eso hay que salir de los despachos de la Administración y del partido.

En temas de negociación y subida salarial no todos somos iguales. Y me explico:

Nuestros políticos se autosuben el sueldo a golpe votación en plenos de Ayuntamientos, parlamentos autonómicos, Congreso y Senado. Además, en algunos casos gozan de ventajas fiscales y no tributan por todo el sueldo íntegro. Mientras a usted lector, si por un casual la empresa le regala un termo, este aparecerá en concepto de especie en su declaración de la renta.

En dichas sesiones nunca se oye hablar de productividad, rendimientos, etcétera. Mientras cuando se habla del sueldo de los demás, siempre se quiere ligar a estos conceptos, más cuando la inflación se ha disparado y los políticos no saben cómo controlarla. Apareciendo el concepto de moderación salarial. Obviamente, para los demás.

Recientemente, algunos parlamentarios de Navarra (grupo EH Bildu) tras hacer huelga el día 30-N pidieron que se les descontase de su nómina, lo cual les honra. Sin embargo, la Mesa del Parlamento de Navarra no sabemos con qué criterio, ha desestimado dicha petición, "a la vista de los antecedentes y del informe jurídico". Espero que este informe, cree jurisprudencia y en las próximas huelgas los trabajadores nos podamos acoger a dicha resolución de la Mesa. ¡Viva la igualdad!

Un último dato, viendo las declaraciones de bienes de nuestros políticos, hay dos cosas que me llaman la atención. La primera que muchos, y pese a los sueldos que tienen, poseen pocos ahorros y bienes. Esto me da que pensar o que son unos manirrotos (lo cual dice que somos muy confiados al dejar en sus manos la economía de la localidad, autonomía o país), o que estos bienes están a nombre de testaferros, o peor, que mienten en dichas declaraciones, siendo papel mojado y fallida transparencia.

La otra es que no paran de alabar y defender el sistema público, y por el contrario, muchos llevan a sus hijos a colegios concertados o privados, los manda al extranjero a aprender idiomas, si pueden son mutualistas y evitan la Seguridad Social, la gran mayoría gozan de planes de pensiones, y cuando legislan lo hacen castigando a la educación concertada, que es también pública y distinta de la privada, mal gestionan la atención médica y penalizando al ahorrador, disuadiendo o privando de incentivos a este tipo de producto financiero.

¡Menos mal que somos de izquierdas y progresistas!