Este viernes el Ibex 35 cerró en 10.140 puntos. El máximo desde mayo de 2018. Teniendo en cuenta que terminó 2022 en torno a los 8.200 enteros se puede hablar de una revalorización anual del selectivo de la Bolsa española del 23%. En particular en los últimos meses.

Parecería un contrasentido esa subida de la bolsa española cuando las perspectivas de los analistas nacionales e internacionales, incluyendo el Gobierno, son de un menor crecimiento del PIB español para 2024. Un crecimiento que predicen alrededor del 1,8%, cuando este año parece que cerrará sobre el 2,5%. Ante eso, hay que indicar que hay razones internacionales y nacionales para entender el comportamiento comprador actual. Las internacionales pueden ser:

  1. La economía de los países desarrollados está respondiendo a la política de los bancos centrales que han subido los tipos de interés. La inflación se está moderando. Eso da seguridad a los inversores.
  2. Si efectivamente se reduce la inflación, los tipos de interés de esos bancos centrales se mantendrán y habrá una previsión de reducirlos dentro de un plazo. Por tanto, frente a una perspectiva de mantenimientos y posibles bajadas de los tipos de interés, la renta variable prima sobre la fija. Los inversores se posicionan a medio plazo adelantándose a esas bajadas.

  3. Por otra parte, la gran economía de occidente, Estados Unidos, crece a pesar de los tipos de interés y, tarde o temprano, su expansión se extenderá al resto de las economías bajo su influencia, la Unión Europea entre ellas.

Estas serían las consideraciones generales para una subida de las bolsas en el mundo desarrollado. Pero en el caso de España hay consideraciones adicionales:

  1. Lo primero es que el que escribe este artículo no está de acuerdo con las predicciones de crecimiento para España. Ya indiqué hace un mes en este mismo medio, que en 2024 el PIB español crecerá por encima del 2% y aproximadamente lo mismo que este año. Las razones de mis predicciones están en ese artículo.

  2. En segundo lugar, en el Ibex 35 tiene un gran peso el sector bancario. Un sector bancario que con tipos de interés altos saneará sus cuentas de beneficios. Crecerán sus márgenes. Este viernes pasado han subido la cotización de las acciones del BBVA Santander, Sabadell… Los tipos del BCE se mantendrán al menos en el primer semestre de 2024. En consecuencia, es de esperar una subida del valor de estas acciones y, por tanto, del índice nacional.

  3. Sin embargo, una de las incógnitas de España procede más de la situación política, que hasta hace poco tiempo daba la sensación de inestabilidad e incertidumbre.

Los inversores parece que opinan que:

  • El presidente Sánchez no tienen intención de convocar elecciones. No lo puede hacer en un año. Pero ni las perspectivas de las elecciones vascas, en las que no parece que habrá sorpasso de Bildu al PNV, ni las europeas, van a dar paso a una moción de censura contra el actual Gobierno. Moción que tiene que ser constructiva a favor de Feijóo, que de momento no tiene los apoyos necesarios.

  • En la medida en que el PSC esté bien posicionado en Cataluña e influya decisivamente en la construcción del Govern de la Generalitat después de las elecciones catalanas, el llamado conflicto catalán, más artificial que real, se encauzará y se desinflará la tensión. Como indiqué en el mi artículo del viernes pasado, la comisión Gobierno/Govern se convertiría en una comisión PSOE/PSC, algo muy distinto a la actual situación.

  • Si en las elecciones vascas se repite el gobierno PNV-PSOE los nacionalistas vascos apoyarán el Gobierno de Sánchez y resulta inverosímil pensar que Junts pueda cambiar su apoyo. Ni siquiera, aunque Sánchez les toree, porque le han entregado el verdadero poder: disolver o no las Cortes.

A la vista de estos argumentos los analistas han decidido que es un buen momento para invertir en la renta variable española. Si todo se cumple como piensan los expertos, los que se adelanten tendrán más posibilidades de ganar.

La gran pregunta, como siempre en bolsa, es: ¿cuándo tengo que salir? Porque se sabe que la máxima bursátil es: que el último euro lo gane otro.